No podía ocurrir de otra manera. A 24 horas de la salida S. se da cuenta de que tiene la documentación caducada.
Finalmente consigue hacerse con un pasaporte de los nuevos aunque eso le cueste permanecer doblado otras 12 horas.
El caso es que dónde va S. parece algo más lejano que dónde en principio es. Quizá porque haya llegado el momento de tirar la varita mágica por los acantilados de la costa oeste.