No imagináis lo agotador que resulta en ocasiones ser S. Ser S. y despertar de madrugada en aquella cama bajo los vagones y el sonido de los tubos huecos de metal. Con el cuerpo y el corazón exhaustos salir de allí a escondidas, sortear los pasillos hasta la verja de salida y palpar la sensación de haber dejado atrás olor y pasado.
Coger el coche y encender un cigarro. Saber que aún quedan muchos minutos para volver a dormir porque alguien espera; alguien que además de canino es canalla y me obligará a dar un paseo más largo de lo habitual dado que es tarde y S. necesita descansar. Tumbarme en una cama más grande y más fría. Cerrar los ojos y volver a abrirlos al instante. Puedo intuirlo, los hombres grises han vuelto a actuar y se han llevado unas pocas horas de esta noche a cambio del recuerdo de mi último sueño inacabado.
Pasar toda la mañana observando el aire, en busca de una mosca tse-tsé que me suma en un profundo sueño sin sueños y no sentirme culpable. Supongo que es lo que tiene acostarse con Momo.
¿A qué te dedicas? Es sólo por curiosidad...
Posted by: Sickned on 17 de Diciembre 2003 a las 11:44 PMNunca sé qué decirle a S. Me deja pensando y sin palabras.
Posted by: mkxis on 22 de Diciembre 2003 a las 09:31 AMMomo gira sobre sí mismo ofreciendo la misma cara en la cotidianeidad. Recorres el laberinto del mundo material para acabar en el mismo lugar del pensamiento. Y duermes para huir del despertar que no encuentra el alba que sueña en su interior.
S. no puede jugar a divisar el aire como su caja de sueños. Eso ya lo hice yo. No lo conseguí, pero creo en ello porque lo ví. Por un instante. Y cada día.