2 de Febrero 2004

Tal vez cipreses

       Lunes. Primera hora de la mañana. No lo pretendía, pero visto lo visto, he de retroceder.

       Hay un enorme puente de piedra en medio del camino custodiado por dos largas hileras de árboles desconocidos que puentean sobre mi cabeza todas las noches al volver a casa.        Continúo conduciendo e imagino el polvo amarillento que debió ser alfombra de este viejo sendero ya asfaltado. A mi derecha un muro desgarrado cobija un parque de duques y duquesas. Puedo escuchar el traquetreo de los carros tirados por caballos y los siento tras de mí encaminándose a la entrada del parque y quizá a su palacio.
       Pero las huellas de aquellas grandes ruedas de madera pronto dejan paso al seco patinar de mis neumáticos sobre el suelo aún mojado por la lluvia.
       Vuelvo al presente por un instante.

       Por suerte, los jardines, las fuentes y los estanques hibernan de estos tiempos, marginados tras ese muro en el siglo XIX.
       Recuerdo falsas chimeneas que fueron respiraderos de un bunquer en el que cierto general escondía su cuartel durante la defensa de Madrid. Decelero la marcha y me pregunto cuántas historias se debieron vivir allí. Desde cuándo. Hasta cuándo.
       Mezclo este lunes al domingo.
       Preguntas para las que no estoy seguro de querer respuesta. Alguna historia que quizá deseo no contar.

       Aún hálitos de sudor y olor a tu piel prenden de mi ropa. Algo cansado y somnoliento por el frío me hundo bajo la sábana y el edredón que hace un rato preparaste mientras yo acababa de vestirme. No entra aire por ningún lado y S. comienza a desaparecer.
       Acurrucado entre la tele y el despertador y justo antes de caer dormido, recuerdo cuántas veces la has hecho por mí y agradezco que otra noche no me permitas pasar frío.

Posted by S. at 2 de Febrero 2004 a las 01:08 PM
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....... Seguramente algún día irás caminando distraído por la plaza y el viento jugará contigo a las escondidas, quizás leerás un libro de cartas. A lo mejor ya no acompañaré tus pisadas, pero tus pensamientos irán junto a los míos.

Es el final de algo que escribí esta noche mientras estaba de guardia.

Posted by: chapman on 4 de Febrero 2004 a las 09:20 AM
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