Varios días, varias cosas.
Vuelvo por la carretera una tarde al volver del trabajo. Este día, mientras tomaba el tercer café en el archivo, S. observó las nubes volar bajas y grises. Sin claros, sin resquicios de luz. Continuos charcos de agua empantanada obligan a conducir despacio.
Detenido en medio de la autopista, por primera vez veo dos arcoiris paralelos al frente. A la derecha hay una enorme fábrica que siempre me recuerda a los tiempos de Chaplin y a Ken Loach, tal vez viejas industrias de Liverpool.
Quién sabe.
El puente bajo el que estoy escupe un reguero de agua que golpea la luneta trasera intermitentemente.
Varios tiempos, varias cosas.
Escondido en cien domingos sin semana pienso si S. volverá a escribir sobre ciertas cosas. Puede que no.
Los números de las habitaciones.
Cosas que S. sabe, y sabe que si alguien se engaña no es mi problema.
Mucha gente, poca, una, tú, yo, la extrañeza.
Varias cosas; varios tiempos.
Cast the calming apple
Up and over satellites
To draw out the timid wild one
To convince you it's alright
And I listen for the whisper
Of your sweet insanity while I formulate
Denials of your affect on me (...)
Escribirás, claro que si.