30 de Abril 2004

S., haciendo amigos

     Jueves 29 de abril de 2004. En algún lugar entre Madrid y Toledo.

     08:36 de la mañana.

          - S., te han vuelto a llamar de R., s.a.
          - Vale.
          - Que les llames cuando llegues.
          - Ya llamarán ellos.

     09:13 de la mañana.

          - Son éstos otra vez.
          - Que no, que no estoy hasta las doce. Ni para R. s.a., ni para nadie.

     12:35 de la mañana:

          - S., vuelve a llamar R., s.a.
          - Que no estoy hasta las doce.
          - Ya son las doce.
          - Mierda, diles que estoy reunido.

     14:25 del mediodía:

          - (Risas). R., s.a.
          - Joder, que estoy comiendo. ¿Qué horas de llamar son éstas?

     16:55 de la tarde:

          - S., otra vez R., s.a.., ¿les digo que no vuelves hasta el lunes?.
          - No, diles que me he muerto... Venga va, pásamelos.

     16:56 de la tarde:

          - Hola.
          - Buenas tardes, es imposible dar con usted. (Truenos).
          - Ya.
          - He estado llamando todo el santo día (más truenos) y no hay modo de hablar con usted.
          - (Suave). He estado liado.
          - (Tempestades). Ya pero estamos a jueves y mi compañera me ha dicho que le dijiste que hoy ya tendrías “eso” y me corre mucha...
          - (Más suave). Vamos a ver. No sé que es lo que le ha dicho su compañera. Pero nunca le dije que hoy estaría “eso”. Llevan llamándome todos los días varias veces durante una semana cuando les dije desde el primer momento que cuando lo tuviera, yo les llamaría.
          - Ya pero...
          - Mira, mmm, perdona, ¿cómo te llamas?
          - T.
          - (Subo tono). Verás T. Yo entiendo que te estén presionando para recibir cuanto antes eso... pero las cosas no son así. Me he dado mucha prisa y he estoy haciendo un gran esfuerzo por adelantar vuestro tema más de lo que es realmente posible, pero las cosas requieren un tiempo y la verdad, me estoy cansando de exigirme lo que no es exigible, y todo por hacerte un favor a ti.
          - Ya, si lo entiendo...
          - Escucha, te llamaré cuando tenga tu tema concretado, antes no, ¿de acuerdo?.
          - Vale, de acuerdo, muchas gracias... Y perdona eh.
          - No te preocupes, venga adios.
          - Adios.

     17:02 de la tarde:

          - B., la semana que viene, cuando llamen, diles que me he ido de vacaciones y que volveré a mediados de mayo.

Posted by S. at 30 de Abril 2004 a las 03:41 PM
Comments

Jo, qué suerte poder ser el foco de poder en una relación laboral... :P

Posted by: Germán on 30 de Abril 2004 a las 06:34 PM

Es prodigioso tener el control. Se tenga o no razón, los negocios no entienden de razones.

Posted by: Axque on 3 de Mayo 2004 a las 07:31 PM
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