Viernes mediodía y sigo sin encontrar inspiración.
Poco más de veinte minutos en pos de ideas geniales para contarles a ustedes algo más acerca del subterfugio de lo cotidiano, de la realidad más honesta. Todo para llegar a la conclusión de que la taza del vater no es el lugar idóneo para hacerlo.
El imperativo autoimpuesto de no ofrecerles nunca una sinceridad escatológica (vómitos mentales del imaginario y narraciones acerca de la exhaltación hormonal en forma de amor y desilusiones), ha dejado paso a pinceladas de onanismo intelectual que raramente consigo satisfacer.
Me haré cargo y agradeceré todos y cada uno de los comentarios, críticas, insultos y piadosas proposiciones que ustedes deseen hacer llegar a este reducto.
Creo que por hoy no tengo más que decir.
Me sorprende. Dice mucho incluso cuando aparentemente no tiene nada que decir.
Saludos
Inspiración, divina inspiración...
Humano, humano humano...
Posted by: Axque on 11 de Mayo 2004 a las 12:03 PM