9 de Mayo 2004

S. y la rabia.

     No necesito derrochar un mínimo esfuerzo de imaginación; puedo permitirme el lujo de ser absolutamente comercial contigo. Me basta con releer un par de páginas de American Psico o videar otro par de escenas de Misery para abastecerme de ideas y recrearme sobre tus restos.
     No necesito pensar en perchas, alambres y cuchillas; ni siquiera en cantos afilados o palos de golf. La televisión y las novelas de ficción me lo han dado todo servido: he escuchado el crujir de rodillas bajo un martillo de herrero, he visto monos excitados electrocutar mujeres en la bañera con un secador y he sido escupido frame a frame por todo tipo de vejaciones inimaginables acabadas en el jadear hambriento de perros salvajes.
     No necesito malgastar ni un segundo.

     Lo que S. quiere decir con todo esto, es que con seguridad no volveré a verte en esta mi vida; ni a ti, ni a mi viejo y preciado equipo de edición, ni al par de incompetentes agentes que tras veinte minutos de declaración consiguieron dejar constancia de mi rabia en siete líneas de un papel sellado...
     Pero si hay algo que echaré de verdad de menos, es al inmortal secreto que sabe como cojones pudiste conseguirlo sin dejar una sola pista.

Posted by S. at 9 de Mayo 2004 a las 08:15 PM
Comments

Qué difícil despojarte de sentimientos y llegar a convencerte de que no vale ni un segundo de tus pensamientos. Enhorabuena, S.

Posted by: mkxis on 14 de Mayo 2004 a las 09:23 AM
Post a comment