Si mi voz muriera en tierra,
llevadla al nivel del mar
y dejadla en la ribera.
Llevadla al nivel del mar
y nombradla capitana
de un blanco bajel de guerra.
Oh mi voz condecorada
con la insignia marinera:
sobre el corazon un ancla
y sobre el ancla una estrella
y sobre la estrella el viento
y sobre el viento una vela!
(Rafael Alberti)
No es nada del otro mundo. Tiende la ropa de su marido y sus hijos por la tarde y su pelo largo siempre está liso. Suelo verla casi todos los días, sin embargo, nunca se me ocurrió pensar en ella. Sólo la miro a través de la ventana, los días de lluvia y los días de sol, mientras tecleo algo en el ordenador a la par que aullo alguna canción. Siempre está ahí. De vez en cuando dejo que vea que la estoy viendo. En teoría podría parecer que yo soy el protagonista de la historia, pero... y ella? Ella debe estar pensando algo, no me cabe duda, no se puede tender la ropa de tu marido y de tus hijos todos los días de tu vida sin pensar en algo, sin tener todos los sentidos puestos en escapar de la rutina.
Ya hace bastante que pasé mi época boayeurista, (disculpen los entendidos, pero boayeur se escribe boayeur). Además, como en alguna ocasión he comentado, mi finca llega a ser desquiciante, seguro que igual que las vuestras, con la inexorable diferencia de que la mia es el maldito 13 rue del percebe. Por esta razón mi interés por cualquier cosa que se mueva entre los cuatro grandes muros y ocho pisos de esta construcción ha desaparecido casi por completo.
Ahora escucho como ayuda a su hija con unos deberes. Parece que son de Lengua española. No tengo la menor idea de cómo funcionan los nuevos cursos del sistema educativo actual. Total , lo mismo da, tarde o temprano tendrán que deseducarse.
Me pregunto si tendrá la suerte de tener al menos un buen maestro, uno de esos de quien se rien siempre los más malos de clase porque sabe de lo que habla y ellos no. Uno de esos que te enseñan las cosas que no vienen en el plan educativo. De esos que hablan a tus neuronas y les hacen al fin moverse, aún renqueantes, pero en todo caso, ayudando a que funcionen. Un maestro que hace que pienses en porqué tu madre tiende la ropa de tu padre, la tuya y la de tu hermano todas las tardes, porqué tu padre llega a las diez y media a casa o porqué tú estás estudiando Lengua española. No hago juicios de valor, yo no soy esa niña y ya llegué a mis propias conclusiones. El caso es que, se mire por donde se mire, el 99 por ciento de la ropa del tendedero es una horterada.
El lunes es uno de esos días raros casados al domingo. Se debería establecer que domingo y lunes fuese el mismo día, aunque durase 48 horas. Después de algunos días posteando creo que empiezo a hacerme poco a poco con ésto, las configuraciones, las plantillas... Unos cuantos retoques y creo que acabará funcionando. Bien, como lunes 26 de mayo del 2.003 que es hoy, toca hacer la última divagación pseudo-puaj-sentimental en prosa (la última hasta la próxima). El día ha pasado bastante rápido y ha sido intenso, nada pesado. Con algo de viento en contra y el discurrir de la tarde he ido relajandome poco a poco consecuencia del cansancio acumulado. Lo mejor de estar cansado es que llega un momento en que puedes descansar. Y ese es uno de los placeres terrenales que más aprecio.
Vuelvo a casa, como siempre. Suena la radio de fondo, hoy ni siquiera tengo ganas de apagarla. Encuentro en la guantera un paquete de cierta marca de tabaco que no pensaba fumar y enciendo un cigarro más, uno de esos que sí me apetecen.
El camino de vuelta es el de siempre, apenas hay coches y yo no tengo prisa. Para qué tenerla ya. Trato de no pensar en nada mientras recuerdo su último gesto. No quiero pensar, tampoco ahora. Me gustan los parajes nocturnos cuando ya no tengo miedo, cuando la verdad está echada y sólo puedo oir los sonidos de las cosas que hacen sonido. Me gusta caminar en las noches cuando el silencio es el de las cosas ya dichas. No puedo sentirme triste porque he hecho lo que tenía que hacer.
Supongo que he de aprender muchas cosas aún, que soy demasiado joven, quizá un niño para algunas cosas. No me pidáis claridad porque no quiero dárosla.
El camino a casa siempre es el mismo, pero nunca es igual. Esta vez conduzco tranquilo. Si nunca sé que será de mi mañana, de nada, hoy ni siquiera podría imaginarlo. Pero no me da miedo. Hay muchas cosas que hacer y debería aprender que todo llega, cuando uno menos lo espera. Debería dejar de escuchar esta puta emisora y mirar hacia otro lado. Tengo demasiadas preguntas sin respuesta; demasiadas ganas y demasiada realidad dándome por culo. Al menos el espejo ya no es traidor. Llego a casa. Tengo sueño. Voy a dormir.
¿Saben ustedes? Me hacía bastante ilusión esto de poder divagar de una manera distinta, crear un Blog, vomitar palabras al mundo sin tener que pasar por la imprenta. Y aquí estoy. Bien, el primer Post, estupendo, magnífico, quisiera saber que diantres (magnifico palabro al estilo cáspita, superior, recórcholis...) es eso de post. Cuerpos principales, cuerpos extendidos, configuraciones, importar, exportar, plantillas y archivos... qué bonito. El caso es que podría traducir las "instrucciones" del programa, pero soy demasiado perro para eso, así que hoy, en el primer día de "Mareas y Despertares", trataré de averiguar poco a poco en que consisten, a grandes rasgos, las reglas de este juego (recuerdese Airbag, frame polvo blanco).
Pero no culpen mi ignorancia en temas informáticos y mis esperpénticas bromas al respecto; (no se preocupen por ello, me volveré más rancio y malhumorado en cuanto empiece a funcionar mi avasalladora autocrítica) nunca me surgió la necesidad.
Desvelar el motivo por el que aquí empieza Sobre mareas... implicaría desvelarme a mi mismo ciertas cosas de modo demasiado consciente, así que, puestos a ser inconsecuentes, seámoslos con toda sinceridad.
Sean bienvenidos.
Adoro que haga sol por las mañanas aunque a las dos horas acabe pegado al respaldo del sillón cual costra de punki en cualquier parque malasañero en aquellas horas a.m. (nota: a.m.: antes del Manzano).
Esta mañana es exáctamente igual de diferente que todas las mañanas desde hace ya bastante tiempo. Pienso en qué escribir ahora, pero tiemblo al pensar que, debido a que no tengo ni p.idea de como funciona ésto, va a ser un poco en balde y seguro que todo lo que escriba acabará desapareciendo por arte de magia entre los recónditos e infinitos recovecos que esconde mi amigo radiactivo (mi PC) en cuanto presione la inevitable tecla equivocada de Murphy. Es por eso que acabo de tomar la sabia decisión de pasar a la pantallita de abajo, sí, esa que pone resumen, y a ver como queda ésto. (...)
-varios minutos más tarde- ¡Sí! La vista preliminar es buena y he hallado una pestañita en la que puedo elegir: "publicar". Parece que los astros están conmigo, quizá Jupiter se haya alineado con las constelación de Melquiades y la refractancia que ha producido la luna sobre las ondas magnéticas que bordean la tierra hayan contribuido al fin de mi colitis aguda. Ahora sólo me queda saber si ésto aparecerá dónde debería aparecer.
Bien, sin más, y aprovechando los tiempos electorales que corren en esta democrática tierra de seres que creen que la democracia consiste en no escupir en el suelo mientras queman brujas, supeditan la comprensión al miedo, y el camino al reloj,...quiero prometer y prometo, que sólo la verdad aparecerá en mis escritos, sea prosa o imaginación, presente o pasada, el quinto sentido; pero sólo eso, sin pretensiones, algo sobre mis mareas y mis despertares.